La esperanza de vida en México

"Raúl Bustamante"

Sin las condiciones económicas mínimas para una buena alimentación y sanidad, las personas se encuentran más vulnerables.

Hace días fue presentado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) un trabajo intitulado: “Health at a Glance 2017”. El estudio pretende dar un “vistazo” al estado de salud de la población de sus treinta y cinco países miembros, para lo cual proporciona datos y tendencias recientes.

De acuerdo con los resultados ofrecidos por la OCDE, la situación de la salud en México obliga a un análisis relevante y a la toma de decisiones, lo que considero, deben ser los objetivos que se buscan con este tipo de ejercicios de evaluación.

La esperanza de vida en el mundo desarrollado —hoy día— es de 14 años más que la que se tenía en 1970, alcanzando la cifra de alrededor de 80 años. México cuenta con la esperanza de vida más baja, en comparación con los demás países de la OCDE, al alcanzar apenas 75 años, esto significa casi seis años por debajo del promedio del resto de los demás países miembros.

De acuerdo con el estudio, son tres los factores importantes que hacen que los mexicanos vivamos menos que el resto de los pobladores de los Estados que convergen en este estudio. El primero de ellos se debe al carácter fragmentado de nuestro sistema de sanidad, que genera que una parte importante de la población no cuente aún con seguro médico.

Si bien la creación del Seguro Popular ha propiciado el acceso de más personas a los servicios de salud, éste no ha sido suficiente para lograr un mejoramiento sustantivo en las cifras de la salud de los mexicanos. La inversión en el sector salud en los últimos años se ha mantenido estática y una parte importante de los presupuestos han sido desviados por los estados de la República hacia otros fines, impidiendo que se cumplan sus objetivos.

El segundo renglón a destacar es la obesidad, una enfermedad que la Secretaría de Salud ya ha declarado como epidemia en nuestro país. En México, entre los años 2006 y 2015, fallecieron casi dos millones de personas por causas asociadas con este padecimiento detonante de la diabetes y la hipertensión. Un dato revelador que ofrece la OCDE es que en nuestro país 73% de la población padece sobrepeso u obesidad, ocupando el nada honroso segundo lugar, sólo por detrás de Estados Unidos.

El tercero de los factores mencionados es la pobreza: elemento determinante para impedir que la población tenga un efectivo acceso al derecho humano de la salud. Sin las condiciones económicas mínimas vitales para una buena alimentación y sanidad, las personas se encuentran en una condición mucho más vulnerable para el padecimiento de enfermedades.

El deterioro de la salud está anclado a las condiciones de pobreza, siendo no sólo tierra fértil para la enfermedad, sino también para la reducción en la esperanza de vida de más de 50% de los mexicanos que vive bajo esa condición. Éste es el verdadero lastre social que no hemos podido vencer.

Los factores enunciados explican el bajo nivel de esperanza de vida de los mexicanos, más no lo justifican. Las futuras elecciones son propicias para que los partidos y candidatos comprometan ante la ciudadanía sus propuestas para atacar con seriedad estos problemas que impiden nuestro desarrollo nacional, con justicia social verdadera.

Como Corolario, las palabras del filósofo Arthur Schopenhauer: “La salud no lo es todo, pero sin ella todo lo demás es nada”.